Tarta de manzana fácil 

¿He dicho fácil? Error, muy fácil, como diría mi Chico: hasta él podría hacerlo, si supiera  dónde está el horno. 

Este dulce que lo mismo puede ser un postre que un acompañamiento para el café de la merienda,  es relativamente fácil de hacer, pero hay que ponerse a ello, porque por muy fácil que resulte, sola no se hace y una cosa muy importante, al hacerla con hojaldre hay que estar pendiente del horno, porque esta masa lleva mucha mantequilla y se quema en un visto y no visto. Se puede hacer con otras masas: de pizza, de empanada, etc., pero a mi Chico le gusta esta y como es para él, pues sea.

Y, finalmente, pediros disculpas por la foto, pero es la mejor que tengo de este delicioso dulce.

Ingredientes:

  • 1 plancha de hojaldre, cuadrada o redonda, nosotros la preferimos con mantequilla, el hojaldre con aceite no nos gusta.
  • 4 o 5 manzanas, depende del tamaño.
  • Unas cucharadas de mermelada de melocotón o de albaricoque.
  • Unas pizcas de mantequilla.

  • 3 o 4 cucharadas de azúcar moreno.

Elaboración:

Como ya tenemos la masa hecha, sólo nos queda sacarla del frigorífico y precalentar el horno a 180ºC., con grill.

Mientras el horno se calienta descorazonamos, pelamos  y cortamos las manzanas en medias lunas o redondas, como más nos gusten, y no demasiado gruesas, tampoco demasiado finas, que lío, porque esto es relativo y depende siempre de nuestra apreciación personal, pero al final salen, ya lo veréis.

Ahora extendemos la masa, podéis, o no, darle un golpe de rodillo, yo no lo hago, creo que como me llega del fabricante está bien. Lo que sí debemos hacer es, una vez extendida, picotearla un poco con ayuda de un tenedor para que no se nos infle como un globo. Ponedla sobre la bandeja de horno con el papel que trae de origen, evitará que se pegue.

Sin perder el tiempo, que las manzanas se ponen oscuras por la oxidación, las vamos colocando acaballadas a lo largo y ancho de la masa, dejando un poco de espacio, el suficiente para doblarla un poco sobre si misma.

Ponemos sobre cada trozo de manzana un pellizco (o un poco más) de mantequilla,  y espolvoreamos con el azúcar. Bajamos la temperatura del horno a 170ºC., e introducimos la tarta ¿tiempo? ese es mi caballo de batalla, hay que vigilar y esperar a que se ponga un poco doradita, no demasiado.

Mientra todo esto pasa dentro del horno, ponemos la mermelada en una tacita con un poco de agua de azahar, o zumo de naranja o limón, para que quede un poco más clara, la removemos bien.

Sacamos la tarta del horno, pero no apagamos el mismo, con la ayuda de un pincel extendemos la mermelada sobre las manzanas y volvemos a llevar al horno unos minutos más ¿3/5? para que la mermelada se adhiera bien a la masa.

Una vez fuera del horno, la dejamos enfriar y ya está para chuparse los dedos.

Sugerencias útiles:

Como siempre os digo, lo podéis hacer así de fácil o complicaros todo lo que os apetezca haciendo la masa en casa,  allá vosotros.

Yo aclaro la mermelada con agua de azar, que da a la tarta un ligero sabor a roscón de reyes, pero lo podéis hacer igual con unas gotas de agua del grifo.

Y no despreciéis tener en la cocina un descorazonador de frutas, no sabéis lo útil que resulta en este caso.

Podéis, o no, hacer unos rebordes con la masa que quedaran bien gorditos e inflados, en ese caso debéis, con ayuda de un pincel cubrirlos con un poco de huevo batido, yo lo hago, porque esa es la parte de la tarta que más me gusta y la cocinera también come.