Sopa al cuarto de hora de mi madre

Esta era una sopa de día de fiesta e invitados.

Como quiera que desde que alcanzaba al fogón, mi madre me cogía de pinche, algo que me enfadaba porque perdía tiempo de estar con mis amigas, yo calculaba los tiempos al milímetro, para salir corriendo, y  con esta sopa no me cuadraban los números, "aquello tardaba más de un cuarto de hora", explicación: cuarto de hora desde que se echa el arroz hasta que se lleva a la mesa ya cocido. 

Las cosas hay que explicarlas con claridad, para evitar equívocos.

Ingredientes 4 personas:

  • 1 tacita de arroz, de las de café
  • 1 litro de caldo de pescado, si falta añadimos agua y si sobra ya lo usaremos en otra receta.
  • 200 grs. de gambas
  • 200 grs. de chirlas, ( en Madrid las hay), aquí, en Valladolid, almejas, las que se puedan comprar, cosas del bolsillo.
  • 50 grs. de taquitos de jamón
  • 1 tacita de guisantes, de las de café
  • ½ cebolla, 1 trozo de puerro
  • 1 zanahoria, 1 diente de ajo
  • 1 tomate pelado y sin pepitas
  • 1 fondo de aceite y sal al gusto.

Elaboración:

Picamos el puerro, la zanahoria, el ajo y la cebolla, lo más fino que sepamos y lo ponemos a pochar en una cazuela con un fondo de aceite y un poco de sal, cuando esté a medio pochar echamos el tomate pelado y dejamos que se siga pochando. Sabremos que está hecho, cuando el tomate haya perdido su jugo (¿Ves mamá que bien lo aprendí?).

En ese momento rehogamos el jamón, muy poco para que no se quede salado, añadimos las chirlas sin una gota de tierra, seguimos rehogando.

Añadimos el caldo de pescado y los guisantes, esperamos a que rompa a hervir y en ese momento echamos el arroz y a mirar el reloj, si tarda más de un cuarto de hora hay que cambiar el nombre a la sopa.

En el último momento añadimos las gambas peladas y un poco de colorante alimentario o azafrán, al gusto de cada uno. Probamos y rectificamos de sal, si es necesario.

Esta es la sopa de mi madre que, os aseguro, está riquísima. Cuando decíamos de poner algún pescado o marisco más ella,  decía sopa de mariscos y la daba otro tratamiento, que pasaré próximamente, cuando toque, que no todos los días son de fiesta.

En mi casa no se ponen guisantes, ya que a mis hijas no las gustan, cosas de haber comido en el cole.

Sugerencias útiles:

Yo a veces, y para no pasarme con la cantidad de arroz, lo hiervo aparte, en un poco del caldo de la misma sopa, y cuando ésta está hecha, añado la cantidad necesaria, para que no quede ni muy espesa ni muy caldosa, así siempre será a gusto del consumidor.

Es una sopa perfecta, y bastante reconfortante, para estas fechas navideñas, en las que tenemos que dar un respiro a nuestro maltratado estómago.

Cuando mis hijas eran pequeñas y para evitar protestas por el sofrito, antes de echar las chirlas y el jamón, lo pasaba por la minipimer y lo comían sin rechistar. Ahora sólo protestan por los guisantes.