Solomillo relleno

Elaboración:

Esto por la cantidad de letras que llevo consumidas, parece complicado, pero es más fácil que el mecanismo de un chupete, que dice mi probador oficial.

Lo primero que tenemos que hacer es dejar el solomillo libre de gordos y nervios, y a continuación, a mi me gusta cortarle las puntas, que utilizaremos en otra receta, y dejo solo la parte central que resulta más vistosa, pero esto es opcional. Abro el solomillo en libro y lo aplasto ligeramente, para que quede los más abierto posible, lo salpimentó por dentro y procedo a rellenar con el jamón, el queso y los orejones, que a mí me gusta que vayan picados, también se pueden dejar enteros.

Cerramos la carne, apretando bien para que no se salga el relleno y llega el momento de atarlo, cada cual que lo haga como sepa, en mi caso confieso que esta parte no se me daba nada bien, hasta que buceando por internet vi que hay un pequeño gran truco: ataditas individuales cada tres o cuatro centímetros a lo largo de toda la pieza, con sus correspondientes nuditos o lazos, y ya está, problema resuelto.

Ponemos unas gotas de aceite sobre la carne y con la mano la extendemos bien, volvemos a sazonar con sal y pimienta, y, en la sartén que estará precalentada con una gotas de aceite, dejamos que la carne se dore por todas partes, vigilando que no se queme, esta operación nos llevara unos 8/10 minutos a fuego alegre, que no alto.

Una vez dorado lo rociamos con el coñac y cuando haya evaporado el alcohol con el zumo de naranja y limón, aprovechando el fondo que ha quedado en la sartén que es el jugo de la carne; esto si no se ha quemado, de lo contrario desechadlo, pues amarga como demonios.

Pasamos la carne a una fuente de horno, con toda su salsa, la tapamos con papel de aluminio, ya no necesitamos que se dore, y la dejamos en horno precalentado a 180º 10 minutos, no más, pues loa carne ya está medio hecha y con este tiempo es su ficiente para que quede jugosa.

Vamos a la guarnición.

Esto en principio iba a ser una salsa, pero a la vista de cómo iba transcurriendo la cosa se quedó en una mermelada riquiiiiisima, llena de tropezones que nos sirvió de guarnición veamos:

Ponemos un sartén a fuego medio con un poco de mantequilla y aceite a partes iguales, y antes de que empiece a humear echamos por este orden:

La cebolla, puerro, orejones, manzana y pasas

Todo ello picado al gusto, cuando lleven un rato pochando, añadimos el palo de canela, la copita de coñac y los zumos de naranja y limón, dejamos que reduzca y que se siga ablandando, a continuación añadimos una cucharada de salsa de soja y otra de salsa de carne, yo tenía vobril y esa fue la que puse, a continuación un vasito de agua, rectifique de sal, saqué el palito de canela y al probar vi que podía ser una estupenda guarnición Y AMIGOS PARA SIEMPRE.