Potaje de garbanzos, otro
Comida de lunes, rápida, rica y nutritiva, además es un dos por uno, porque segundo no hace falta y estos son los guisos que perseguimos. Además los garbanzos y la menestra congelados tardan entre 10 y 15 minutos en cocerse, leer las instrucciones del fabricante, por lo que no habrá pasado ½ hora desde el inicio hasta el momento de llevarlo a la mesa.
Yo sé que hay muchos detractores de los productos congelados, a mí me gustan, unos más que otros, incluso algunos nada, pero no podemos negar que son de gran ayuda en la cocina y los que entienden de estas cosas dicen que de nutritivos son como los frescos, lo que necesitan, como todo, es un buen tratamiento.
Ingredientes para 4 personas
- 300 grs, de garbanzos congelados
- 300 grs. de menestra congelada
- 300 grs. de migas de bacalao o 4 lomitos
- 2 dientes de ajo, ½ cebolla
- 1 tomate maduro, 1 cucharadita de pimentón
- Aceite, sal y pimienta de molinillo
Elaboración:
Ponemos una olla al fuego con agua y sal, en el momento que empiece a hervir echamos los garbanzos y a continuación la menestra (en el caso de los que yo compro, de Hacendado, tienen el mismo tiempo de cocción), contamos 15 minutos desde el momento que rompen a hervir de nuevo. No es necesaria mucha agua, con que sobrepase 3 o 4 dedos las legumbres es suficiente. Si tenéis caldo de pescado, lo podéis utilizar.
Hacemos un sofrito con el ajo y la cebolla bien picados, añadimos el tomate rallado, y cuando haya eliminado un poco de caldo añadimos el pimentón y un chorrito de vino blanco, una vez frito, lo incorporamos a la cazuela y dejamos que cueza todo junto unos minutos.
Ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite, cuando esté caliente incorporamos las migas de bacalao (o los lomos), dejamos que se hagan unos minutos y los incorporamos a la olla para que se mezclen los sabores. Sazonamos con un poco de pimienta molida.
Probamos y rectificamos de sal si fuera necesario, retiramos del fuego y pasados unos minutos a la mesa.
Sugerencias útiles:
Para los puristas de los fogones, podéis hacer esto mismo con verduras frescas y garbanzos secos, siguiendo el proceso tradicional de limpiar, pelar, remojar y cocer los distintos elementos, pero de verdad que mucho más ricos no están y mucho más trabajo sí que dan. Vosotros elegís.
En este caso, como las migas eran desaladas, no he podido utilizar para cocer las legumbres la última agua del desalado, pero el caldo de pescado que tenía en la nevera resultó muy sabroso y gelatinoso pues era de unas espinas de rape que aportaron consistencia al caldo.