Pollo o gallina en pepitoria
Durante muchos años, este guiso fue un lujo en las mesas españolas, que se ha transmitido de madres a hijas, en cada familia hay una forma de hacerlo y todas son las "auténticas". El pollo de mi madre y de mi abuela no iba a ser menos y, espero que mis hijas lo trasmitan de la misma manera.
Es la receta más antigua que yo conozco y también de las más ricas y sencillas. Yo recuerdo haberlo comido en la boda de mi prima Resu, en el pueblo de mi padre, allá por los años 50, y ya os digo era un manjar para días muy especiales.
Hay que votar por que vuelva a estar en las cartas de los restaurantes españoles.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 pollo troceado y limpio
- 50 grs. de jamón en tacos
- 10 ó 12 almendras crudas
- 2 huevos cocidos
- 1 botellín de cerveza
- 1 zanahoria, 1 cebolla pequeña picada
- 3 ajos, 1 ramita de perejil
- Caldo de pollo o agua y pastillita
- Harina para rebozar
Manos a la obra:
Salpimentar el pollo bien limpio, y rebozar en harina, sacudir los trozos para eliminar la sobrante.
Poner una cazuela al fuego con un fondo de aceite, freír el pollo a fuego medio durante 5 o 6 minutos. hasta que esté ligeramente dorado. Sacar a un plato y reservar.
Añadir los tacos de jamón, las almendras y la cebolla a la cazuela y dejar que se sigan rehogando, espolvorear con un poco de sal para ayudar a que suelten los jugos.
Remover constantemente para que no se pegue.
Sacar las almendra de la cazuela y ponerlas en el mortero junto con los ajos, y un poco de perejil, machacar bien y hacer con todo ello una pasta, diluirlo con la cerveza, hasta acabar el botellín e incorporar todo a la cazuela, dejar cocer todo junto hasta que el pollo esté en su punto.
Añadimos 1 vaso de caldo, o agua y el cubito desmenuzado.
Picar muy menuditos los huevos, y si vemos que la salsa no ha espesado bien, diluimos una de las yemas con un poco del caldo de la cocción y se lo añadimos junto con el resto de los huevos y el perejil muy, muy ,muy picado. Dejar reposar unos minutos antes de servirlo.
Dicen que el secreto de este plato está en el azafrán que debe ser del bueno y en hebras, su utilización es muy fácil: una simple papelina (si, si papelina) la calientas ligeramernte poniendola sobre la tapadera de la olla, la aplastas con los dedos y lo echas a la cazuela.
Ya sólo queda poner los platos en la mesa.
Sugerencias útiles:
Yo me suelo saltar el rebozado en harina, me parece que sale más jugoso ligeramente frito, salpimentado y sin más. Pero esto queda para el gusto de cada uno. La salsa de esta forma ligará un poco peor, pero las yemas de huevo solucionan el problema, también una cantidad abundante de cebolla en el punto tres nos lo espesará de una forma más natural que con la harina.
No obstante esta es la receta de mi madre y ella bordaba este plato, de modo que probad, y ver como os gusta más.