Pollo con langostinos y almendras
Viendo guisar a Ana Jiménez, en su programa Dieta Mediterránea, un conejo con langostinos, y como ese día no tenía un conejo, pero si tenía un pollo, pensé, "Y qué más les da a los langostinos, si ellos no entienden de pollo o conejo", y ahí me tenéis adaptando la receta a los gustos de esta familia, es tan sencilla que no sé como no se me había ocurrido a mi mucho antes.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 pollo troceado
- 12 langostinos
- La parte blanca de un puerro
- 10 almendras crudas
- 1 ajo, 2 o 3 ramitas de perejil
- 10 granos de pimienta negra
- 1 zanahoria
- ¼ de pimento rojo
- 1 vaso largo de cava, si no tenéis, vino blanco o cerveza, lo que tengáis.
- Aceite y sal.
Elaboración:
Ponemos al fuego una sartén grande con un fondo de aceite y pasamos los langostinos solo un momento, hasta que cojan un poco de color y suelten algo de jugo.
En el mismo aceite, marcamos lo trozos de pollo hasta que estén bien dorados.
Partimos el puerro, la zanahoria y el pimiento en trozos similares, los echamos encima del pollo, revolvemos un poco todo junto, y dejamos que se siga rehogando a fuego lento.
Preparamos un majado con el ajo, el perejil y las almendras, con ayuda de una cuchara hacemos hueco en el centro de la cazuela y echamos el majado, movemos la cazuela para que se mezcle todo, echamos el cava y los granos de pimienta y, una vez que evapore el alcohol tapamos la cazuela y dejamos cocer a fuego muy suave hasta que esté hecho.
Una vez apagado el fuego, colocamos en la cazuela los langostinos, tapamos de nuevo y dejamos que se hagan con el calor residual hasta llevarlos a la mesa.
Sugerencias útiles:
No todas las partes del pollo se cuecen al mismo tiempo, para evitar que la pechuga se quede demasiado seca, la podemos sacar antes de que los restantes trozos estén cocidos y cuando apaguemos el fuego, en el momento que echamos de nuevo los langostinos, ponemos también los trozos de pechuga.
Esta vez no lo he dicho, pero ya lo sabéis de otras veces, podéis sustituir el cava por vino o cerveza, yo todos los días no tengo un cava como aquel en mi nevera, benditos amigos que te dejan disfrutar de esas cosas. Nunca tiréis un resto de vino, bueno ni de nada.