Pipirrana de mi madre

He venido haciendo esta pipirrana desde que tengo uso de razón, y era nuestra cena de supervivencia los domingos por la noche, cuando llegábamos más tarde de las 10, mi hermano Santi y yo y nos encontrábamos con el plato debajo de la mesa, por llegar tarde, qué tiempos; sólo había una variante, en lugar de bacalao, lo hacíamos con bonito, claro el bacalao no siempre estaba desalado, y a nosotros en aquel tiempo tampoco nos gustaba mucho. Esta costumbre se hizo ley y en mi casa se hace más veces con bonito que con bacalao. He aquí una receta muy cortita con unas explicaciones demasiado largas. 

Mi madre juraba en arameo que era la auténtica pipirrana de Jaén, lugar donde ella aprendió a hacerla, con el tiempo yo he comprobado que en Jaén se hace de otra manera, pero no importa, para mi familia esta será siempre la auténtica. 

Elaboración

Abrir el bote, sacar los tomates y partirlos al gusto en un bol

Pelar y picar en trozos que se vean los huevos cocidos, e incorporarlos a los tomates

Secar bien los lomitos de bacalao, partirlos en tiras y mezclar con el resto de los ingredientes, y aliñar con aceite vinagre y sal, remover bien y ya se puede servir. Si vemos que queda muy espesa podemos añadirle un poco del caldo de los tomates.

Poner las aceitunas y la cebolleta, solo a quien le gusten y dejar en paz a los demás de si es rancio o no rancio, porque no nos guste ese manjar.