Pez espada a la plancha
El pez espada, tiene bastante mala prensa a pesar de ser un pescado delicioso, pero resulta demasiado seco, por lo que no hemos de pasarnos en el tiempo de plancha o fritura y si nos es posible, debemos dejarlo un poco en el adobo que más os guste, con tres o cuatro horas será suficiente, no importaría que fueran algunas más.
Ingredientes:
- Tantas rodajas de pez espada como comensales.
- Unas ramas de perejil
- 2 o tres dientes de ajo.
- El zumo de uno o medio limón
- Aceite, sal y pimienta recién molida
Elaboración:
Lavamos las rodajas de pescado, lo escurrimos y secamos con papel de cocina.
Preparamos un adobo según tengamos por costumbre, en este caso he hecho el más corriente, que dicho sea de paso, en mi opinión, es el que mejor va a cualquier pescado, porque en contra de tapar el pescado, como suele ocurrir con el pimentón, o los cominos, realza el sabor del mismos. Machacamos el ajo el perejil, unos granos de pimienta, sal, el zumo de limón y un poco de aceite.
Ponemos el pescado dentro del adobo, procurando que quede bien cubierto. Lo dejamos dentro del mismo al menos tres o cuatro horas. Si se deja menos no pasa nada, solo será un poco menos sabroso.
Ponemos la plancha a calentar al máximo y si la misma está un poco viejita y pensáis que se os va a pegar, poned sobre la misma una hoja de papel de horno, ligeramente mojada, escurrida y arrugada, y sobre esta colocamos el pescado con un poco del adobo por encima.
Así el pescado no se pegará y, lo que también es importante, la plancha queda limpia. Comprobado.
Sugerencias útiles:
Esta fue la primera vez que hice así el pescado a la plancha y no la calenté bastante por miedo a que el papel se quemara, el pescado me salió un poco paliducho pero hecho, las veces sucesivas, y ya van una cuantas, lo he calentado a tope y si, el papel se ha quemado pero no se ha roto y el pescado ha salido perfecto, hasta con las rayitas de la plancha.
Ni que decir tiene que podéis hacer esta misma receta al horno, 180ºC., y 10 minutos de cocción, pero en mi caso, para dos que somos, a veces no me compensa.