Patatas rellenas de lacón a la gallega
Es lo que suele pasar cuando los ojos se adelantan a la necesidad, o tambien cuando somos más de uno a pensar en lo que ponemos, que en este caso de pensar, poco. Parecía que llevabamos tiempo sin comer y no calculamos, porque no fue esto lo único que se quedó entre bastidores.
Pero en estos casos siempre aparece, aunque ya no esté, la figura de la abuela con sus valiosas enseñanzas respecto del aprovechamiento: "todo cuidadosamente guardado hasta el momento de su reutilización y cuanto antes mejor".
No había pasado ni dos días del primero de año, cuando ya había un receta para estos restos. Vamos a ello.
Título
Ingredientes:
2 patatas medianas cocidas con piel.
Los restos de una fuente de lacón a la gallega.
½ cebolla pequeña.
1 ajo.
1 chorrito de nata para cocinar.
1 cucharada de mantequilla.
1 guindilla de cayena, un poco de pimienta recién molida, 1 cucharada de aceite de oliva y sal.
Elaboración:
Lavamos bien las patatas, pensando en que las vamos a guisar con su piel incluso, si no somos muy exquisitos, también las comeremos sin pelar.
Ponemos las patatas en un cazo con agua fría procurando que queden bien cubiertas. Dependiendo de su tamaño, en 30 o 35 minutos estarán cocidas.
Mientras las patatas se cuecen, partimos la cebolla en trozos lo más pequeños posible y en una sartén con la cucharada de aceite y la mantequilla vamos pochando junto con la guindilla de cayena y el ajo troceado, a fuego muy lento para que no se queme, aunque un poco dorada no va mal.
Partimos el lacón en trozos, también muy menudos, los incorporamos a la cebolla y dejamos que poche todo junto.
Podemos partir las patatas, bien por la mitad o bien quitándoles sólo la parte de arriba (es lo que yo hago), con ayuda de una cucharilla las vaciamos, procurando no llegar demasiado a la piel, y las migas de patata resultantes las partimos también muy menudas, incorporamos a la sartén, mezclamos bien con la cebolla y el lacón, añadimos la cucharada de nata seguimos mezclando, probamos de sal y si está a nuestro gusto, sazonamos con un poco de pimienta, nuez moscada o ambas. También podéis dejarlo sin sazonar.
Sugerencias útiles:
Observaréis que a pesar de ser a la gallega he suprimido el pimentón, imprescindible en estos platos, la cosa está en que ya llevaba bastante en su plato original, nobstante un espolvoreado por encima no hubiera quedado mal. Para otra vez.
Esto va a aprovechamiento.
Patatas rellenas de lacón a la gallega
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