Patatas al horno para guarnición

Parece que están pasadas de moda las patatas fritas de la forma tradicional pero, aparentemente fritas se siguen comiendo, hechas en esos magníficos hornos de aire que fríen todo lo que pongamos en ellos, aunque sin aceite. Esto es algo que, al principio a algunos nos cuesta reconocer, pero están muy ricas, doy fé sólo he probado de esta forma unas croquetas que, bueno, y unas patatas bastante mejor que las croquetas. Error: poco aceite, no ausencia total del mismo.

En fin que, mientras decido si me compro o no, uno de estos aparatejos, he descubierto que las patatas en el horno tradicional también están muy buenas. Son fáciles de hacer, tan fáciles que hasta mi chico está dispuesto a prepararlas, después de aprender a conectar el horno.

Elaboración:

Precalienta el horno a 200º durante 15 minutos

Cocemos las patatas enteras y sin pelar, durante 10 minutos, para evitar que el reducido tiempo de la cocción en el horno las deje crudas. Una vez cocidas las pelamos y partimos a nuestro gusto.

Partimos los tomates en en gajos y los ponemos a escurrir en un colador.

Colocamos las patatas y los tomates en una bandeja de horno, los salpimentamos, rociamos con un poco de aceite y..., a lo calentito, durante más o menos 15 minutos.

Pasado ese tiempo pinchamos con un palillo las patatas y si están tiernas fuera del horno y a la mesa cuanto antes.

Sugerencias útiles:

Junto con estas patatas, podéis meter alguna verdura más que os guste, brocoli, calabaza, incluso unas endibias, sólo tendréis que controlar que el calor no sea excesivo, incluso poniendo por encima de la fuente un papel de horno para que el grill no los queme.