Pastelitos de coco

Deliciosos pastelitos de coco rallado, que tardan en hacerse menos que en leer la receta, se conservan en una simple caja de galletas y sin necesidad de nevera.

Elaboración:

Precalentamos el horno a 190º/200º calor arriba y abajo.

Forramos la bandeja del horno con papel de hornear, y para que éste se pegue bien al fondo de la bandeja, marcamos las esquinas con un poco de mantequilla, recortamos un poco los bordes del papel sobrante.

Ponemos en un bol el coco rallado, la leche condensada y la levadura, lo mezclamos todo bien con ayuda de una lengua, añadimos la vainilla.

Separamos la yema de la clara del huevo y batimos esta última casi a punto de nieve con una pizca de sal, volvemos a juntar ambas y las echamos en el bol del coco y la leche condensada, mezclamos todo bien, y con ayuda de una manga pastelera o con una cuchara vamos depositando pequeñas cantidades en la bandeja del horno bien separadas unas de otras pues crecerán un poco. Lo horneamos durante 5/7 minutos.

Una vez horneado lo sacamos del horno y lo dejamos enfriando encima de una rejilla, lo espolvoreamos con azúcar glas y ya están nuestros pastelitos. Esperad a que se enfríen, en caliente son un poco indigestos.

Sugerencias útiles:

La vainilla es opcional, se puede echar o no, también podemos sustituirla por otro aroma más de nuestro gusto.

Como ya sabéis todos los hornos no calientan de la misma manera, por lo que en este caso y debido a la delicadeza de los ingredientes, debemos estar pendientes del color que van tomando para que estén doradas pero sin quemarse.

Utensilios de cocina:

Una manga pastelera es importante pero no imprescindible, al menos en este caso, pero si os decidís por comprar una, para mis las mejores son las desechables y al menos 3 boquillas de diferentes tamaños.

Lo que sí me parece un invento a tener en cuenta es un protector de teflón, para la bandeja del horno, evita que ésta se manche y previa limpieza con una paño húmedo es reutilizable y está a la venta en algunos supermercados. Con esto nos ahorramos el papel de hornear y se adapta perfectamente a la bandeja.