Lomitos de merluza al horno con verduras 

A ver mis queridos vagos, no vayáis a creer que os tengo olvidados, no, la cosa está en que creo que no se puede comer siempre de botes ni de precocinados, no es bueno para la salud, dicen. Razón por la que al preparar esta receta después de los excesos de la Navidad, me di cuenta que era ideal para vosotros y que, de paso, os podréis ir entrenando para cosas más..., no se que decir.

Aquí tenéis la receta, en 20 minutos la hice yo, de modo que sin excusas, os doy cinco minutos más a vosotros para que la igualéis. A por ella.

Elaboración:

Si tenéis que descongelar el pescado, lo mejor es hacerlo en día de antes, para que se vaya descongelando poco a poco, su calidad no va a variar, porque ya es bueno, pero su textura en la boca si que la vamos a notar.

Precalentamos el horno a 180º con grill, eso se hace solo, moviendo la rueda hasta la temperatura que queremos. Hasta aquí el trabajo está siendo mínimo, ahora empezamos pero no os asustéis.

Pelamos las verduras y las partimos a nuestro gusto, procurando que sean de tamaños mas o menos similares, para que se hagan al mismo tiempo. Las ponemos en una fuente de horno, y las sazonamos con sal, pimienta negra del molinillo, un poco de aceite de oliva y un poco de vinagre de Jerez. Partimos los ajos en láminas y los ponemos en la fuente, metemos todo al horno en la parte central, por un tiempo de 15 minutos.

Mientras:

Preparamos la merluza, lavamos y secamos con un papel de cocina,  salpimentamos los lomos y una vez que haya pasado el tiempo del horno, sacamos la fuente, ponemos las verduras a un lado y colocamos los lomitos como veis en la foto, lo llevamos al horno de nuevo y a la misma temperatura.

Dependiendo de como os guste el pescado de hecho, lo dejáis en el horno entre 10 y 15 minutos más. Pasado ese tiempo, listo, fuera del horno y a disfrutar.

Sugerencias útiles: 

Tanto a las verduras como al pescado, podéis ampliarlos o disminuir los tiempos de horno, en mi caso las verduras me gustan pasadas y el pescado no tanto, ajustar los tiempos ya es cosa vuestra.

Vais a comprobar que no hay nada tan rico como comer lo que uno mismo ha preparado. Pero no hagáis ascos a una invitación a un buen restaurante o a casa de mamá.