Mollejas de pollo en salsa de zanahorias

Menos mal que mi Chico es de gustos sencillos, de lo contrario no llegaríamos  nunca final de mes. Yo le llamo el caprichitos, porque cuando me acompaña al Mercado del Val, que dicho sea de paso hace sus delicias y también las mías, para que voy a negarlo, no hay puesto en el que no encuentre algo que le guste, pero sus gustos de verdad, siempre van encaminados a la casquería y los mariscos. Digo yo si será para compensar una cosa con la otra. De modo que cuando entro allí mando la lista de la compra a la porra y me dejo, nos dejamos, llevar.

Elaboración:

Limpiamos las mollejas quitando todas pieles y la grasa que puedan tener, las dejamos un rato en agua mientras preparamos la olla.

Ponemos la olla a presión al fuego con un poco de agua, sal, 1 vaso de vino, la hoja de laurel, 1 ajo y la pimienta de cayena, echamos las mollejas procurando que queden bien cubiertas, no más. En la olla a presión con 15 minutos de cocción será suficiente.

Cortamos las verduras,  todas de un mismo tamaño, no demasiado pequeñas, las reservamos.

Cuando las mollejas estén al dente, se acabaran de hacer en el estofado, las escurrimos y reservamos una taza de caldo, las dejamos en la misma olla, aunque ya no la vamos a utilizar con válvula, repartimos por encima las verduras ya cortadas, un chorrito de aceite y sal si fuera necesario.

Las dejamos rehogar unos minutos y a continuación echamos el vino y cuando haya evaporado el alcohol, echamos el caldo de las mollejas. Las dejamos cocer a fuego muy lento hasta que estén bien tiernas, las espolvoreamos con un poco de pimienta de molinillo y listas.

Sugerencias útiles:

Las mollejas son un poco insípidas, por lo que un truco para dar algo más de sabor a la salsa, es espolvorearlas con un poco de caldo de pastilla, desmenuzado en el momento de la última cocción, pero hacedlo poco a poco, tampoco es necesario pasarse.