Menestra de verduras congeladas
Generalmente hago este plato con verduras frescas, pero es bastante entretenido y hoy no era día para andarse con remilgos, de modo que, a la salida del gim y al pasar por delante del supermercado, se me encendió la bombilla y no lo pensé dos veces: a por un paquete de congelados.
En la menestra de verduras, que son variadas y con resistencias diferentes, debemos tener la precaución de cocerlas cada una por separado, para que estén en su punto. Con las congeladas, al estar precocinadas, no hay que tener esa precaución, simplemente seguir la instrucciones del fabricante.
Ingredientes para 4 personas:
- ½ kilo de menestra congelada (la mitad del paquete)
- 8 corazones de alcachofas (también congeladas)
- 2 tiras de panceta fresca o adobada, al gusto
- 50 grs. de tiritas de jamón
- 2 huevos duros
- 1 hueso de jamón que no esté rancio
- 1 vaso de agua, 2 cucharadas de vinagre de jerez
- 1 ajo, ½ cebolla
- Aceite, sal, pimentón ahumado de la Vera.
Elaboración:
Poned una olla a calentar con un vaso de agua y la punta de jamón y, cuando empiece a hervir echar las verduras sin descongelar. Si os gustan al dente, seguid la instrucciones del fabricante en lo que al tiempo se refiere pero, si como es mi caso, os gustan bien tiernas retiradlas del fuego cuando estén a vuestro gusto. Probamos y rectificamos de sal, si es necesario.
Controlad bien la cocción, pues ya veis que llevan muy poca agua y podría darse el caso de que se nos pegasen. Una vez cocidas retirad del fuego y dejadlas reposar en su caldo mientras preparáis el sofrito.
Hacemos trocitos pequeños de las tiras de panceta y los ponemos en una sartén con un poco de aceite para que se frían. Una vez que estén a nuestro gusto los sacamos a un plato y reservamos.
En la misma grasa de la panceta freímos el ajo y la cebolla, por este orden, no creo que sea necesario añadir más grasa, pero si llega el caso no pasa nada por incorporar sobre la marcha un poco de aceite.
Una vez que se han rendido el ajo y la cebolla, incorporamos los taquitos de jamón, y dejamos que den una vueltas todos juntos. Si os gusta podéis añadir al sofrito una cucharada de harina y un poco del caldo de la cocción, yo no lo hago, en este plato no me gusta la harina, pero eso es, por lo visto lo ortodoxo. Lo que sí añado al sofrito son 2 cucharadas de vinagre de jerez y una cucharadita de pimentón.
Escurrimos las verduras, las pasamos a una fuente de servir y las rociamos con nuestra salsa, como si de una ensalada se tratase.
Sugerencias útiles:
Los congelados son siempre un buen recurso, a veces por prisas, como en esta ocasión y a veces por economía, el único misterio que tienen es el tratamiento que les demos.
Con el agua que sueltan las verduras congeladas, más el vaso que añadimos, es líquido suficiente para obtener un caldito concentrado.
Si la salsa os gusta espesa podéis, sin problemas, añadir harina, yo lo que hago a veces es, como con las judías, coger unos cuantos guisantes, o habas y pasarlos al mortero, una vez bien machacados los ponemos en el sofrito y nos espesan la salsa, pero, no es lo habitual.
La punta de jamón, que no habrá cocido más de 15 o 20 minutos, podemos guardarla y seguir sacándola partido en otro momento. A lo mejor os parece una racanería, pero a mí me da como cosa tirarla a medio usar.