Lentejas "Muy Sanitas"
Este título, se lo debo a mi amiga Malile, que es a la vez la madre de Pablote, mi sobrino favorito; ella el "sanito" lo aplica a la comida en general, la gusta comer así, aunque a mí nunca me ha hecho ascos a plato alguno.
Son unas lentejas que las puede comer un vegetariano, incluso alguno
que vaya más allá, no tienen ningún misterio, y son baratitas. Hoy las voy a
experimentar con un poco de Kale, que es
la última verdura que he descubierto, ya os dije que en siguientes capítulos,
procuraría darle más cancha a la verdura y estoy en ello.
Ingredientes para 4 personas:
- 250 gramos de lentejas, las que más os gusten, yo uso pardinas.
- 1 zanahoria, 50 grs. de repollo
- 1 puerro, sólo la parte blanca
- 1 tomate maduro
- ¼ pimiento rojo, ¼ pimiento verde
- 2 ramas de Kale, las podemos sustituir por otra verdura que nos guste
más
- 2 ajos, 2 hojas de laurel
- ¼ de cebolla
- Aceite, agua y sal
Elaboración:
Ponemos las lentejas en remojo la noche anterior, y antes de echarlas en la cazuela las damos un repaso para eliminar las piedrecitas que a veces tienen, (fundamentalmente para evitar visitas al dentista). Las ponemos a cocer en agua fría con dos hojas de laurel.
Partimos el puerro, la zanahoria, el repollo y los pimientos, primero en tiras y luego en cuadraditos y lo incorporamos a la olla, dejamos cocer todo ello muy lentamente y de momento sin sal para que, en lo posible, las lentejas no pierdan su piel.
Rallamos el tomate lo incorporamos al guiso, y dejamos que siga cociendo muy lentamente, vigilando que no se nos quede seca la cocción, por aquello de las peleas de las lentejas.
Como es la primera vez que voy a utilizar la kale y no quiero correr riesgos de que no nos guste, quito los tallos, que son francamente duros, la parto muy menuda y la pongo a cocer aparte, en agua caliente con sal, una vez cocida y después de probarla, ha pasado la prueba y la incorporo a la cocción de las lentejas, hasta que esté todo en su punto, apartamos la olla del fuego y reservamos.
En este punto y para unas lentejas sanitas de verdad, pondremos dos cucharadas de aceite crudo de oliva y una cucharada de vinagre de Jerez, removemos bien y servimos. Pero si nos gustan con un poco más de sabor pasamos al sofrito, en ese caso eliminamos las dos cucharadas de aceite y el vinagre.
Sofrito opcional:
Están buenas las comidas "sanitas", pero no tanto, vamos a hacer un sofrito para darles unpoco de alegría:
Ponemos un fondo de aceite en una sartén, sofreímos los dos ajos partidos por la mitad y con la piel, a continuación echamos la cebolla y una vez sofrito retiramos del fuego y añadimos una cucharadita de pimentón, cuidado que no se queme, lo aclaramos con un poco de agua y echamos a la cazuela, para que de un último hervor todo junto y a disfrutar.
Sugerencias útiles:
Aunque dicen que no es necesario echarlas en remojo, yo lo sigo haciendo y de paso que quito pelillos de los sacos donde vienen las lentejas, las doy una lavadita que mal, lo que se dice mal no las viene.
Como veis hemos partido las verduras muy pequeñas, mi razón fundamental es que se cogen mejor con la cuchara que si cada una lleva un tamaño diferente, y por otro lado me parecen más decorativas que tengan un tamaño similar a las lentejas.
Sobre la cocción de las legumbres, con o sin sal, yo siempre he oído que la sal se debe de poner casi al final de la cocción, para evitar que se caiga la piel de las mismas, pero, tambien he oído no hace mucho, a un cocinero de los de postin, justamente lo contrario, de modo que hacedlo como queráis. ¿Quién soy yo para sentar cátedra? Yo seguiré como siempre que no me va mal.
Lentejas sanitas. Otras
Es éste un plato fácil de hacer. pero difícil de dar con el punto exacto para que las lentejas no se nos hagan puré. Porque os cuento: no es necesario echarlas en agua, tienen que cocer muy lentamente, con un hervor casi imperceptible, y vigiladas constantemente. Bien, pues en ese punto en el que "las falta la mitad de medio hervor" y "ya están hechas" se nos han destrozado.
Si las retiramos en "la mitad del medio hervor", notaremos su corazón al masticarlas y eso en las legumbres es francamente desagradable, al menos para mi gusto.
De modo que recomiendo: probadlas con frecuencia y en el momento que estén: fuera del fuego y sin contemplaciones.
Ingredientes para 4 personas:
- 250 grs. de lentejas peladas
- 1 trozo de puerro
- 1 zanahoria hermosa
- ¼ de cebolla
- 2 ajos, 1 tallo de jengibre
- 1 cucharadita de pimenton dulde o picante, el que os guste.
- 1 vaso de vino blanco
- mezcla 4 o 5 especias a tu gusto
- 1 chorrito de aceite y sal
Elaboración:
Lavamos las lentejas y las ponemos a hervir en agua fría, junto con la cebolla y los ajos enteros sin pelar, las echamos un chorrito de aceite y un poco de sal, mientras, vamos cortando en trozos muy pequeños la zanahoria y el puerro, dejamos que hierva todo junto a fuego muy lento el tiempo necesario.
Preparamos el sofrito:
En una sartén con un fondo de aceite pochamos los ajos y el jengibre rallados, dejamos que se hagan muy lentamente.
Pelamos el tomate y lo partimos en trozos menudos, lo incorporamos a la sartén, cuando veamos que el sofrito está casi a punto, para que el tomate no se deshaga, lo freímos todo junto 1 ó 2 minutos, echamos el pimentón y añadimos un vasito de vino, dejamos que evapore el alcohol y es el momento de especiar.
Las especias, como siempre, las echamos poco a poco y probando. Por supuesto que utilizaremos las que nos gusten, y si no nos gustan, no pasa nada, no las ponemos y ya está.
Echamos el sofrito a la cazuela y dejamos que cueza todo junto para incorporar los sabores.
Probar como andan de sal y, si es necesario rectificar. Ya sabéis que con las especias la utilización de sal queda bastante reducida. Cosa que agradecemos los hipertensos.
No las mováis con la cuchara, mejor con la propia cazuela sobre el fuego, y suerte para que no se os deshagan.
Sugerencias útiles:
En este caso, tanto el ajo, como el jengibre, deberían ser "pasta de...", y utilizaríamos una cucharadita de cada uno. Yo, en ese momento no tenía y la sustitución quedó perfecta, aunque son un poco más fuertes en pasta.