Judiones de la Granja con mejillones

Es una comida típicamente veraniega, que en casa cada uno haremos a nuestra manera, quitando y poniendo a nuestro gusto todos sus elementos. En este caso entra a formar parte de nuestra "cocina para vagos", porque todo lo que he utilizado ha sido precocinado, pero si nos gusta hacer todo desde el principio, pues cocer judías, limpiar y abrir mejillones y poco mas. Veréis que el trabajo no es tanto, pero en verano ya tenemos suficiente con el esfuerzo de abrir la boca para comer.

Elaboración:

Si no habéis comprado los huevos cocidos, cosa que podéis hacer aunque no seré yo quien lo recomiende, los ponéis en un cazo cubiertos de agua fría y un puñado de sal, a partir del momento que empiezan a cocer contamos 8 o 10 minutos, los retiramos de fuego y ponemos en un bol con agua fría y hielo.

Sacamos las judías del bote, las ponemos en un colador y las refrescamos con agua fría; la judías debido a la gelatina que tienen en el bote suelen venir pegadas, y al enjuagarlas logramos que se despeguen. Las dejamos escurriendo.

Sacamos los mejillones de su paquete, y reservamos el agua de la conserva bien colada, porque suele tener tierra, incluso trozos de concha que hayan podido romperse, también barbas de los mejillones. Venga coladlo.

Sacamos los mejillones de las valvas, quitamos las barbas que les puedan quedar y reservamos.

Ponemos en un bol los mejillones con los judiones y los cubrimos con el agua colada de los mismos y una cucharadita de tabasco, sólo si os gusta el picante. Los dejamos en el caldo mientras preparamos la vinagreta, esto es fácil.

Si tenéis una picadora, eléctrica o manual, da lo mismo, ponemos en ella los pimientos troceados y la cebolla, y lo picáis menudo, la mía lo saca del tamaño garbanzo pequeño. Si no tenéis picadora, pues armaos de paciencia,  un buen cuchillo y a picar tocan, un poco más trabajoso, pero el mismo resultado.

¿No se os habrán olvidado los huevos? Buenos chicos, pendientes de todo.

Pelamos 1 huevo para la salsa lo picamos muy menudo y mezclamos con el picadillo anterior, añadimos por este orden: sal, vinagre y aceite, lo vais probando hasta que esté a vuestro gusto. Si lo tenéis que aclarar que sea con unas cucharadas del agua de los mejillones.

Escurrimos muy bien los mejillones y los judiones, los colocamos en una fuente de servir, adornamos a nuestro gusto y listo.

Sugerencias útiles:

Si no vais a utilizar todos los mejillones, podéis guardar los mismos para otra preparación, pero conservadlos en  su propia agua agua.

Lo mismo con la vinagreta, si os sobra la podéis guardar durante semanas en la nevera, en un bote de cristal bien cerrado. Nunca está demás tener un aliño preparado.