Huevos revueltos con chistorra
Estos huevos tienen su origen en Pamplona, en un bar de la calle Estafeta, no recuerdo el nombre, hay tantos y todos con cosas tan ricas, que tendría que haberlos apuntado. Pero bueno con el recuerdo vale.Los he variado un poco añadiendo champiñones y me los he apropiado para que sean un segundo plato, allí los tomamos como un tapa.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 chistorra dulce o picante, a vuestro gusto
- 6 huevos
- 2 patatas
- 300 grs. de champiñones, o las setas que más os gusten
- 1 chorrito de vino blanco seco
- 1 ajo
- Aceite, sal, pimienta de molinillo
Elaboración:
Ponemos una sartén al fuego con aceite para pochar las patatas y 1 ajo aplastado y con piel, para que nos aromatice el aceite.
Pelamos las patatas y las partimos en redondo como para tortilla, cuando el aceite esté caliente las incorporamos a la sartén y las dejamos a fuego lento que vayan pochando (si os gustan doradas podéis sibir el fuego). Una vez que estén blandas las retiramos a un plato, las salamos y reservamos.
Limpiamos los champiñones, los partimos a nuestro gusto y los freímos en la misma sartén que las patatas, de la que hemos retirado el exceso de aceite, los damos unas vueltas con un poco de sal y los retiramos antes de que se pongan negros.
Partimos la chistorra en trozos a nuestro gusto, la damos unas vueltas en la misma sartén, y de la grasa que nos suelte, sólo dejamos una parte, el resto la desechamos.
Incorporamos a la sartén los restantes ingredientes, ponemos un chorrito de vino blanco (si fuera chacolí será un lujo completo) en nuestro caso puede ser un verdejo, dejamos que evapore el alcohol y mientras batimos los huevos ligeramente, sin mucho entusiasmo, apagamos el fuego y repartimos los huevos semibatidos por encima, los revolvemos un poco, lo tapamos y dejamos que acaben de cuajarse con el calor residual.
Ya los podemos repartir, o comerlos todos juntos en la misma sartén, en amor y buena compañía.
Si los huevos os gustan muy cuajados, dejar más tiempo al fuego, hasta que estén a vuestro gusto.
Sugerencias útiles:
Si las patatas os gustan doradas, mejor que pochadas, en el último momento del pochado podéis subir el fuego y ponerlas a vuestro gusto.
El ajo que pusimos al principio, lo podemos retirar o dejarlo en el revuelto siempre habrá alguien a quien le guste.
Huevos revueltos con bacalao y papas
Pocos huevos, pocas patatas, una nevera peor que de fin de mes, de despiste y, resulta que tenemos que cenar todos los días, que de eso no nos libramos ni queriendo.
Ingredientes para 4 personas:
- 6 huevos
- 3 patatas hermosas unos 400 grs. aproximadamente
- 1 paquete de migas de bacalao desaladas
- 4 cucharadas de nata para cocinar
- 1 ralladura de nuez moscada
- Aceite, suficiente para pochar las patatas
- Sal y molinillo de pimienta negra
Elaboración:
Ponemos una sartén al fuego con aceite suficiente para freír las patatas.
Pelamos las patatas y las partimos como si fueran para tortilla, un poco más finas. Las echamos en la sartén antes de que el aceite humee y procuramos mantenerlo a una temperatura media para que las papas se pochen (si os gustan cuscurritas podéis subir la temperatura).
Comprobamos como están las migas de sal y si es necesario las sazonamos, ( a mi me gusta lavarlas un poco, solo pasarlas por debajo del grifo dentro de un colador), las escurrimos lo mejor posible y las desmigamos más. Las reservamos.
Batimos los huevos y les añadimos sal, nata, la nuez moscada y la pimienta.
Cuando las patatas están fritas, Las escurrimos del aceite en la misma sartén y una vez hecha esta operación echamos las migas, cuando hayan cogido temperatura echamos los huevos por encima y lo dejamos cuajar, mucho o poco, como más os gusten, en nuestro caso casi crudos, y listo para comer.
Sugerencias útiles:
El bacalao que compro desalado, me gusta lavarlo un poco, sólo pasarlo por el grifo, esto son manías de las que podéis prescindir, yo os digo como lo hago, pero la receta es vuestra y podéis hacer con ella lo que más os guste
Lo hago generalmente con migas, pero si os sentís rumbosos, un par de lomitos no quedan mal. El bolsillo manda.
Hay quien le pica un poco de perejil, o ajo, eso es al gusto, como todo.
Huevos revueltos con champiñones
Yo les voy a poner un poco de jamón, porque me parece que los tres ingredientes combinan de mimo, pero esto es a gusto del consumidor, y lo que desde luego no puede faltar son los huevos.
Ingredientes
- 8 huevos
- 400 grs. de champiñones
- 8 lonchas de jamón, no hace falta jabugo, pero que sea buenecito
- 4 cucharadas de nata para cocinar
- Aceite de oliva, sal y pimienta
Elaboración:
Con un paño húmedo limpiamos los champiñones y los partimos en láminas, los reservamos.
Ponemos un sartén al fuego con un poco de aceite y una vez que empieza a calentarse echamos los champiñones debidamente salpimentados. Los damos unas vueltas en la sartén para que se cocinen.
Partimos 4 lonchas de jamón en trocitos a nuestro gusto, y se las añadimos a los champiñones, dejamos que se vayan friendo, a fuego alegre pero no fuerte.
Comprobamos como andan de sal por si tenemos que rectificar.
Pasamos por una sartén caliente y sin aceite las lonchas de jamón reservadas (también los podéis pasar por el microondas).
Cascamos los huevos y los vamos echando en la sartén, no es necesario batirlos, los revolvemos con el resto de los ingredientes, añadimos 4 cucharadas de nata de cocinar y retiramos del fuego, sin que los huevos se hayan cuajado totalmente, a no ser a os gusten muy hechos, entonces los dejáis hasta que estén a vuestro gusto. Los retiramos del fuego, ponemos las lonchas de jamón por encima y servimos.
Sugerencias útiles:
Yo he puesto 2 huevos por persona, pero podéis reducirlos, es que en esta casa somos muy hueveros.
La sartén a utilizar, mejor que sea antiadherente.
Los podéis servir en plato, en cazuelita o en tosta, y no os cuento como están en bocata.
Si os ha fallado el jamón, pero sí tenéis beicon, pues adelante con ellos, que también salen muy sabrosos.
Huevos revueltos con gambas, ajetes y trigueros
Tan fáciles, como comprar una bolsa de congelados, rehogarlos ligeramente y revolverlos con unos huevos.
Hasta ahí todo perfecto, pero la anécdota la produjo Pablotillo, nuestro sobrino más pequeño (que ya se ha hecho mayor) cuando tenía unos 5 años y en verano venía a pasar una buena parte del mes de agosto con los tíos de Valladolid, porque "él aquí, para dos días no viene". Pues bien, aquel verano me atacaron los vértigos de forma inmisericorde, y yo le había prometido al niño que esa noche cenaría la receta del título, imposible levantarme de la cama para darle gusto, fue su tío, quien se metió en la cocina, para todo hay una primera vez, y se puso a hacer la cena, precedido de su mala fama de "no saber ni dónde está la cocina". Cuando pregunté al niño ¿qué tal la cena? Me respondió mientras seguía jugando con sus pinturas "para no saber dónde está la cocina, hemos cenado bien", 5 años tenía la criaturita, me le hubiera comido y hoy me arrepiento de no haberlo hecho.
Ingredientes para 4 personas: (Vamos a dejar los congelados para emergencias como la que he contado).
- 1 manojo de espárragos trigueros delgados
- 1 manojo de ajetes
- 2 dientes de ajo
- 150 grs. de gambas
- 4 huevos
- Aceite de oliva sal y pimienta de molinillo
- Opcional: un chorrito de leche entera o nata para cocinar.
Elaboración:
Partimos los espárragos a mano, hasta donde nos pongan resistencia y del tamaño que más nos gusten, los reservamos.
Partimos los ajetes del mismo tamaño que los espárragos y aprovechando la parte verde sólo hasta donde nos sea posible, también los reservamos.
Pelamos las gambas y freímos las cabezas en un vasito pequeño de aceite, espachurrándolas bien para que saquen su jugo, lo colamos y reservamos.
Pelamos y partimos a nuestro gusto los dientes de ajo, los reservamos.
Llegados a este punto hay quien fríe los espárragos, ajos y ajetes en una sartén con un poco de aceite y todos al mismo tiempo, pero a mí me gustan las verduras muy tiernas, lo crujiente en este caso no me va, os digo como lo hago y vosotros elegís:
Ponemos un cazo al fuego con agua y un poco de sal y cuando hierva echamos los espárragos y los ajetes, en el momento que rompa a hervir de nuevo los sacamos del agua y dejamos que escurran. Los secamos con un papel de cocina y esperamos.
En una sartén amplia (la de las gambas por ejemplo) ponemos un fondito de aceite y freímos los ajos laminados procurando que no se quemen, a continuación echamos los espárragos y ajetes lo más secos posible y el aceite de las gambas, dejamos que rehogue todo junto dos o tres minutos,
Mientras esto sucede batimos los huevos, ponemos un poco de sal y se los añadimos al revuelto, junto con las gambas peladas, lo cuajáis, removiendo con una cuchara de palo, hasta el punto que os guste y tapáis la sartén hasta el momento de servirlos (es opcional añadir a los huevos un chorrito de leche entera o nata para cocinar, salen más cremosos, pero yo no suelo hacerlo).
Sugerencias útiles:
Las gambas me gusta echarlas con los huevos, porque al no freírse no se quedan secas y con el calor residual quedan en un punto muy rico, pero si queréis las podéis rehogar al mismo tiempo que las verduras.
A veces las gambas arroceras, muy sabrosas, son también grandecitas, son un poco más baratas que las de ajillo o plancha, y debemos aprovechar las ocasiones, nuestro bolsillo lo agradecerá.
Tanto los ajetes, como los espárragos, debéis secarlos bien con el papel de cocina, fundamentalmente para que el agua no os ataque con el aceite.
Es importante el punto de los huevos en el revuelto, a esta familia nos gustan muy jugosos, pero si ese no es vuestro gusto, solución: más tiempo de sartén.
Si los dejáis medio crudos, como es nuestro caso, cuajadlos en el momento de servirlos, por aquello de la salmonela.
Especial de la Casa
En más de una ocasión me habéis ido decir que mi Chico no sabe ni el camino de la cocina, pero a veces, con ayuda de unas miguitas por el camino y la buena voluntad de sorprenderme, me prepara un desayuno como a una reina, y si yo quisiera me lo llevaría a la cama, pero la cama es para lo que es y a mi, ni en momentos de enfermedad, me gusta comer en ella.
No es ninguna receta del otro mundo, pero en estos días de confinamiento, las recetas de la familia pasarán por aquí, siempre que me las manden que cada uno estamos en nuestra guarida y a kilómetros de distancia. Esta es la de mi Chico, que después de 50 años juntos no pierde la ilusión.
Ingredientes para 1 persona:
- 1 o 2 rajas de melón con jamón
- 1 zumo de naranja
- 1 tomate rallado, especiado y con AOVE
- 1 café con leche recién hecho y muy caliente
- 2 huevos
- 2 lonchas de beicon
- 1 o 2 tostadas
- Aceite y sal
Elaboración:
La fruta, el zumo, el tomate y el café todo el mundo sabe como prepararlos, pero el especial es suyo y nadie le ha enseñado, así que paso a explicaros como va la cosa que tiene su aquel.
Partimos el beicon en trozos en trozos pequeños para que se pase bien y lo ponemos en una sartén sin aceite a fuego medio y vamos dejando que suelte la grasa.
Mientras, batimos los huevos y los ponemos un poco de sal, poca que el beicon ya lleva, esperamos a que éste un poco churruscadito pero sin pasarse.
Echamos los huevos batidos a la sartén y ya tenemos unos huevos revueltos que a mi me gustan medio crudos.
Tostamos ligeramente una o dos rebanadas de pan, las embadurnamos con el tomate rallado y colocamos los huevos encima, me los lleva a la mesa y ya está un desayuno como el de una reina ¿Qué más puedo pedir? Bueno puedo pedir mis lonchas de jamón, que en estos días de confinamiento nos faltaban y no estaba yo dispuesta a dejar de pasar la receta ya.
Sugerencias útiles:
Sólo que no se os olvide dar las gracias como Dios manda.
Zarangollo - Huevos revueltos con calabacín
Pues resulta que, sin saberlo, a veces salen de mi cocina platos que ya están registrados en los distintos índices de platos regionales, incluso mundiales, porque este que os traigo traspasa nuestras fronteras, zarangollo murciano, así es como se conoce en la bonita Región de Murcia, también lo encontraremos como frangollo en Almería o calabacilla en Aragón. Pero no queda ahí la cosa, si traspasamos el Atlántico encontramos que en Hispano América, tienen un plato muy parecido al que denominan calabacitas ¿lo llevamos a las Américas o lo trajimos de las mismas? eso aún no le he averiguado, pero todo se andará.
Se me ocurrió buscar este plato en San Google, después de oír cómo, en una película, lo pedían en la barra de una bar, y cual no fue mi sorpresa al comprobar que eran mis "huevos revueltos con calabacín", al los que yo añado, por aquello del sabor unas tiras de jamón serrano.
Ingredientes:
- 1 calabacín 200 grs. aproximadamente
- 1 cebolla tierna o, si es temporada, una cebolleta, ¿tamaño? pues al gusto de cada uno.
- 3 o 4 huevos, depende de cómo nos guste de jugoso
- 1 ajo, para dar un poco de sabor
- Aceite de oliva virgen extra.
- Opcional (en mi caso obligatorio) Unas lonchas de jamón serrano o beicon.
Elaboración:
Partimos la cebolla o cebolleta en juliana y la vamos echando en una sartén con un poco de aceite y sal para que se sofría muy lentamente.
Pelamos el calabacín, hay quien no lo hace, lo partimos en medias lunas a nuestro gusto, lo incorporamos a la sartén, cuando la cebolla haya bajado un poco, dejamos que vaya pochando todo junto hasta que la textura esté a nuestro gusto.
Cascamos los huevos en un plato y los salamos ligeramente, los batimos, no demasiado, y los incorporamos a la sartén, cuando estén cuajados los pasamos a la fuente de servir, y adornamos con unas lonchas de jamón serrano, pasado muy ligeramente por una sartén, si lo elegido es beicon hay que pasarlo un poco más, siempre sin añadir aceite.
Ya está el zarongollo murciano, o lo que es lo mismo huevos revueltos con calabacín.
Sugerencias útiles:
Hay quien incluye una patatas en el revuelto, yo si llego hasta ahí, cuajo una tortilla que saldrá muy jugosa.