Huevos con espinacas
"A la florentina", los llaman los franceses desde que, según cuenta la Historia, Catalina de Medicis, florentina ella, llegó a Francia para casarse con quien todavía ni tan siquiera era Delfín, luego sería Enrique II, pues bien la tal señora llegó a la Corte francesa acompañada de una corte de cocineros y la receta de estos riquísimos huevos.
En términos generales, el término a la florentina, son filetes de pescado blanco, carnes blancas, etc. hervidos o a la plancha, presentados sobre un lecho de espinacas salteadas en mantequilla y napados con salsa bechamel ó salsa mornay, los huevos también son un clásico con esta salsa. Nosotros los españolizamos un poco y usamos aceite de oliva, un poco de jamón y, en este caso, queso manchego semicurado, para dar alegría al plato.
Ingredientes para 4 personas:
- 8 huevos
- 4 lonchas de jamón muy finas, o beicon
- Taquitos de jamón para la bechamel (2 cucharadas aprox.)
- 60 grs. de mantequilla/60grs. de aceite de oliva
- 300 grs. de hojas de espinacas
- 60 grs. de harina
- 1 litro de leche (o menos, según vayáis viendo la textura de la salsa)
- Queso manchego semicurado.
- 1 cebolla mediana, sal y pimienta negra de molinillo.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 240º y bajaremos a 180ºC., al meter la cazuela en el mismo.
Ponemos una sartén o un cazo al fuego, echamos la mantequilla y el aceite a partes iguales, antes de que acabe de derretirse incorporamos la cebolla en juliana y los taquitos de jamón, dejamos que pochen lentamente, para que se hagan bien sin quemarse.
Añadimos la harina y la dejamos que se cocine unos minutos. A continuación incorporamos la leche poco a poco, procurando que no se hagan grumos, probamos como va de sal y rectificamos si fuera necesario. Reservamos esta bechamel.
En un cazo o sartén incorporamos las hojas de espinacas, las sazonamos con sal y un chorro de aceite de oliva, removemos y cuando hayan bajado un poco las añadimos a la bechamel, mezclamos bien y las volcamos en cazuelitas individuales o en una cazuela grande. Hacemos los huecos para los huevos y los vamos cascando uno a uno.
Rallamos el queso y lo espolvoreamos sobre la cazuela.
Lo adornamos con las lonchas de jamón o bacón y lo metemos al horno el tiempo necesario para que se cuajen, con cuidado de que las yemas queden blanditas.
Bajamos la temperatura del horno a 180º.
Yo no echo sal a los huevos, pero antes de meterlos al horno podéis poner una pizca en cada uno.
Sugerencias útiles:
La bechamel debe de quedar clarita, como unas natillas, por lo que la cantidad de leche a utilizar no es exacta.
Los quesos que he utilizado son los que gustan a la familia, y creo que lo mismo podéis hacer vosotros.
Hay quien pone en el fondo de la cazuela de barro la mitad de las espinacas, encima coloca los huevos, y a continuación otra capa de espinacas, encima ralla el queso y al horno. Pues bien, a gusto del consumidor, como todas las cosas.