Hígado encebollado

Elaboración:

Echamos en un plato pan rallado, ajo y perejil machacados, lo mezclamos bien y ya tenemos nuestro pan para rebozar los filetes.

Ponemos una sartén al fuego con aceite para freírlos, procuramos que no se caliente demasiado para que no se queme el pan rallado.

Salpimentamos los filetes, los pasamos por el pan y freímos en el aceite, ya hemos dicho que no demasiado caliente, y no demasiado tiempo para que no se sequen y nos queden como si fueran suelas de zapatos, Los sacamos a un papel absorbente y reservamos.

La salsa:

Picamos las cebollas en juliana, las ponemos en una sartén con un poco de aceite y  sal, a fuego lento, hasta que estén transparentes, en ese momento añadimos el vino oloroso, dejamos que evapore y, a continuación el vinagre,  dependiendo de cómo nos guste de fuerte podemos poner más de éste último, dejamos unos minutos al fuego y vamos pasando los filetes por este salsa, sin dejarlos cocer mas de 2 o 3  minutos, los sacamos y reservamos en la fuente de servir, previamente espolvoreados con perejil recien picado.

Comprobamos el punto de acidez y sal de la salsa, rectificamos si es necesario, la  echamos sobre los filetes, y los servimos calentitos con patatas fritas.

En el caso de la foto de esta receta he partido los filetes en tiras, porque es para un aperitivo, pero el proceso es el mismo,  también he puesto una guindilla de cayena.

Sugerencias útiles:

Para estas preparaciones y otra muchas que requieren de un vino oloroso, yo utilizo uno que no lo tienen en todos los super, pero por si estáis interesados ahí va la marca: AL GUSTO, añejo de crianza, su precio no arruina, y potencia muy bien los sabores.

Rectificar por defecto, es fácil, pero la cosa varía si es por exceso, quiero decir que siempre podemos añadir más sal, o vinagre o picante, pero si nos pasamos en estos elementos, la cosa se complica, siempre podemos añadir más agua, la célebre patata, que elimina sal, etc., lo que yo recomiendo al  aliñar es ir poco a poco y nos evitaremos disgustos..