Ensalada de pasta con cherris confitados

Las ensaladas de pasta son recurso fácil y barato para tener siempre a mano. El secreto está en cocer la pasta al dente y procurar que no se apelmace, para evitar esto yo suelo rociarla, una vez cocida y escurrida,  con un poco de aceite, muy poco, mientras preparo el resto de los elementos que, por supuesto podéis variar a vuestro antojo.

Elaboración:

Cocemos la pasta y los huevos como tengamos por costumbre.

Ponemos los sherris en un cazo (o una sartén), extendidos, los rociamos con 1 vasito de aceite, el azúcar moreno y dos cucharadas de zumo de limón, lo dejamos a fuego medio bajo, moviendo de vez en cuando la sartén, unos 8 o 10 minutos. Los retiramos del fuego y dejamos que se atemperen.

Mientras, partimos las almendras con ayuda de un cuchillo de forma que queden granuladas y los huevos cocidos muy menudos, lo reservamos.

Sacamos del aceite los 2 tomates secos, y los partimos muy menudos, los ponemos en un mortero y los machacamos hasta hacer una pasta, añadimos la salsa de confitar los cherris, removemos bien y añadimos 1 cucharada de vinagre de Módena, seguimos removiendo intentamos que ligue (un poco difícil pero que se mezcle todo muy bien). Probamos para comprobar que la salsa está a nuestro gusto y rectificamos de lo que sea necesario.

Pelamos los tomatitos ya confitados y los reservamos

En el fondo de una fuente de servir, ponemos un poco de la salsa, encima la pasta y las lechugas, lo sazonamos con un poco de sal, el huevo duro muy picado y las almendras también muy picadas. Colocamos los tomatitos a nuestro gusto y rociamos con el resto de la salsa. Si veis que es demasiada poned sólo una parte y el resto lo sacáis en salsera aparte.

Sugerencias útiles:

Si los sabores agridulces no son los vuestros, mejor que probéis con otra salsa, pero a poquito que os interesen los sabores nuevos, intentadlo con esta, eso sí, personalizadla a vuestro gusto.