Ensalada campera con judías verdes y ventresca
Las ensaladas, como las bicicletas, son para el verano, pero mientras en unas sólo podemos rodar y rodar, en la otras podemos poner toda nuestra imaginación y creatividad, eso sí, teniendo en cuenta que deben llevar orden y concierto.
En este caso el aliño lo hice un los restos de una "pipirrana de mi madre" que me sobró de la noche anterior, no obstante os paso en la misma receta la forma de hacerlo un poco más simple.
Ingredientes para 4 personas:
- 350 grs. de judías verdes
- 2 patatas medianas, aproximadamente la misma cantidad que de judías.
- 1 zanahoria
- 1 pepino
- 2 huevos duros
- 1 cebolleta (opcional)
- aceitunas, también opcionales
- 1 lata de ventresca de bonito
- 1 bote de tomates enteros
- Aceite, vinagre y sal.
Elaboración:
Quitamos la hebras a las judías verdes y las partimos a nuestro gusto.
Lavamos las patatas y las dejamos con la piel.
En una olla con agua y sal ponemos a cocer las patatas, las judías verdes y los huevos, teniendo en cuenta que cada elemento tiene un punto distinto de cocción. Una vez que empieza a hervir contamos 10 minutos y sacamos los huevos, con este tiempo ya están hechos. Las patatas y las judías las iremos sacando según se vayan cociendo.
Mientras todo esto acaba de cocerse:
Pelamos la zanahoria y el pepino, y los partimos en dados no muy grandes, los reservamos.
Partimos en plumas la cebolleta y la reservamos.
Sacamos los tomates del bote y los troceamos a nuestro gusto, aliñamos esta salsa con aceite, vinagre y sal, y para variar lo reservamos.
Una vez cocidas las patatas y las judías, las pasamos por agua fría para cortar la cocción, y al mismo tiempo que no nos quemen los dedos.
Pelamos las patatas, las cortamos en dados a nuestro gusto y listo para montar el plato.
En una fuente vamos colocando, a nuestro gusto, los distintos componentes de esta ensalada, yo tengo la costumbre de aliñar ligeramente con aceite tanto las patatas como las judías, pero teniendo en cuenta que su aliño será la salsa de tomate que ya tenemos hecha.
Una vez distribuidos por la fuente todos los componentes, lo rociamos con la salsa de tomate y a disfrutar.
Como veis no he incluido en la fuente las aceitunas ni la cebolleta, son rarezas mías, las pongo en un plato aparte para que cada uno se sirva, si quiere. Pero si estos dos ingredientes son de vuestro gusto lo ponéis en el momento que os parezca del montaje del plato.
Sugerencias útiles:
Probablemente ya lo he dicho más veces, pero una más no estorba. Las ensaladas podemos aliñarlas con lo que más nos guste, en los últimos tiempo yo he descubierto para estos menesteres, la pipirrana, el salmorejo, gazpacho, ajo blanco, mermelada de tomate y mucho más, sólo tenemos que dejar libre nuestra imaginación y probar. Seguro que no os vais a arrepentir.