Crême brulée o crema quemada
Es una crema de la cocina francesa, muy parecida a nuestras natillas o también a nuestra crema catalana, primas hermanas, diría yo que son.
Para mí la diferencia está en que nuestras nacionales las hacemos con leche entera y ésta va con nata. Hay otras diferencias, sobre todo con las natillas, estas no llevan azúcar quemada, si suelen llevar encima una galleta maría o un poco de canela. Pero quizá la mayor diferencia se encuentre en que la crema brulé, o crema quemada, está en el azúcar quemada, un poco de licor y su terminación en el horno al baño maría.
Ingredientes para 4 personas:
- 80 grs. de azúcar.
- 5 yemas de huevo.
- 1 cucharada de vainilla o las semillas de una vaina.
- 500 ml. de nata para montar.
- 1 pizca de sal, para potenciar el sabor.
- 2 cucharadas de anís, si os parece mucho, poned solo una, o lo elimináis si vais a tener niños en la comida.
- Azúcar para el caramelo.
Elaboración:
Precalentar el horno a 160ºC.
Ponemos en un cazo la nata con la vainilla, cuando empiece a hervir retiramos el cazo del fuego y bien tapado dejamos reposar unos minutos para que infusione la vainilla.
Mientras batimos las yemas de huevo con el azúcar hasta conseguir una crema blanquecina.
Ya tenemos la nata infusionada, también se habrá atemperado un poco, cosa que van a agradecer las yemas.
Añadimos 3 cucharadas de nata a las yemas, y un par de cucharadas del licor elegido (yo he puesto María Brizard, a fin de cuentas es francés) sin dejar de mover para que no se hagan grumos, conseguida esta mezcla la incorporamos a la nata moviendo constantemente la mezcla.
Es el momento de distribuirla en los recipientes que la vayamos a servir, (en este caso han sido unas cazuelas de barro, que valen para todo, los mismo te hacen unas gambas al ajillo que esta crema).
Tapamos las cazuelas con un papel de aluminio y las ponemos en la bandeja del horno, la cual llenaremos hasta la mitad, o un poco menos, con agua a punto de ebullición, este es el baño maría, 60 minutos al horno precalentado y listo.
Una vez fuera del horno dejamos que se enfríen en la nevera, en este caso sin tapar, si se hace nata mejor para sustentar el azúcar.
Una vez frías cubrimos la superficie con una capa de azúcar y procedemos a tostarla, con ayuda de un soplete de cocina. Si no tenéis este artilugio podéis calentar el horno a 200º, sin aire, poniendo las cazuelitas lo más cerca posible del grill durante 2 o 3 minutos. Esto hay que vigilarlo.
Sugerencias útiles:
Si pensamos que nuestra crema puede tener algún grumo, debemos colarla antes de echarla en los recipientes.
También la podéis hacer con leche entera, en ese caso añadid una cucharada de maicena a las yemas en el momento de mezclar con el azúcar, para que espese mejor, poder quedaros casi como un flan, cremoso y con azúcar quemada.
Como quiera que esta familia no es demasiado azucarera, hecho la mitad del azúcar, pruebo y añado, hasta conseguir mi punto.
No os precipitéis se están un poco claras, tened en cuenta que en el horno van a espesar.
La mejor opción para quemar el azúcar, creo que es el soplete de cocina, en el horno, en el momento que te descuidas se pueden quemar demasiado.
Pues ya está todo, ahora a disfrutar.