Coliflor rebozada 

La coliflor es una hortaliza amada por unos y odiada por otros, todos tienen sus razones y todas son respetables. En mi caso es una de esas verduras que me cuesta trabajo pensar en llevarla a la mesa, pero lo hago y la como, soy muy disciplinada a la hora de las comidas y hay que dar ejemplo al resto de la familia.

En eso de dar ejemplo esta familia, hasta ahora somos, valga la repetición, un auténtico ejemplo, pues a mi padre, tampoco le gustaba la coliflor, pero la comía, eso sí, el día que había coliflor en casa la compra de pan era abundante, porque la comíamos, como él decía a fuerza de pan.

Y ¿por qué a unos gusta tanto y a otros tan poco?

Elaboración:

Lo primero que haremos será limpiar la coliflor que, al tener los ramilletes apretujados unos con otros, pueden albergar entre los mismos algún bichillo nada recomendable para su ingestión, entonces procedemos a separar los ramilletes y los dejamos sumergidos en abundante agua fría el tiempo suficiente para que los incómodos inquilinos floten en la superficie. Escurrimos y secamos ligeramente.

Ponemos al fuego una cazuela con agua y sal y una vez caliente introducimos las piezas de coliflor y a partir del momento que empiece a hervir de nuevo contamos 6/8 minutos de cocción (no más, debe quedar al dente), la dejamos enfriar y procedemos a su rebozado.

La pasamos por harina y a continuación por huevo batido; Dejamos que se doren bien las flores y posteriormente las dejamos escurriendo sobre un papel de cocina. 

La colocamos en una fuente de servir y listo. Puede ser tanto un entrante, como una guarnición.