Codillos con crudités
Mis queridos vagonetos no os puedo tener abandonados por más tiempo, que no se puede vivir sólo de latas de sardinas, porque según la constitución (con minúsculas) de cada uno, os podéis quedar muy delgaditos o, por el contrario engordar como marranillos. De modo que ya os estáis poniendo en modo mercado y vais a comprar lo que os pongo a continuación o algo más si es de vuestro gusto, todo menos comer mal, que ya tenemos demasiadas cosas mal hechas en este mundo. Aunque, no enseñéis el plato a un nutricionista que os elimina la mitad.
Ahh, se me olvidaba, yo soy anti-extranjerismos en mi blog, pero la palabra crudité, de origen francés, hace tiempo fue admitida por la RAE y..., bueno.
Ingredientes para uno:
- 1 mini codillo, que ya está cocido y conservado en su jugo.
Las verduras que os gusten o que os apetezcan, no hay límites, pero cuidado ver primero las que sí se pueden tomar crudas, hay alguna, por mucho que las recomienden con las que yo no me atrevo, champiñones, por ejemplo, mejor si eso, pues les dais una planchadita.
- 2 cucharadas de miel.
- 2 cucharada de mostaza de Dijón, la de los granitos.
- Un chorrito de aceite y sal para las verduras (si no os gusta la alsa de miel y mostaza).
Elaboración:
Esto es más sencillo que el mecanismo de un chupete; seguid las instrucciones del fabricante del codillo y os saldrá perfecto, pero si no os importa correr riesgos, yo lo hago de esta forma:
No abráis el envase, y lavadlo bien debajo del grifo, que a saber dónde lo han tenido, lo secáis con un paño de cocina o papel de lo mismo y ya está listo para que os convirtáis en los mejores jefes de cocina del mundo.
Colocamos el envase en un plato hondo y con ayuda de una puntilla picoteamos el mismo tres o cuatro veces. Ponemos el microondas a la máxima temperatura y le damos un calentón, entre 8 y 10 minutos, con este tiempo está perfecto. Dejamos que se enfríe un poco y abrimos el envase, con cuidado, que el vapor del mismo quema.
Salsa de miel y mostaza, esto para que veáis que vuestros progresos en la cocina son reales. Poned la miel 30 segundos en el microondas para que clarifique un poco, pasado ese tiempo lo mezcláis con la mostaza y le dais otra pasadita de microondas y ya podéis presumir de una salsa de restaurante de muuuchos tenedores.
Colocamos el codillo en el plato de servir, acompañamos con las crudités elegidas y salpicamos con la salsa.
Sugerencias útiles:
Ninguna. Bueno, sólo lo de las verduras, cuidado que no todas se pueden comer crudas.
Y si no os gusta la salsa de miel, siempre podéis acudir a un buen chorretón de AOVE.
Y como siempre os digo, perdonadme las bromas que me permito con vosotros porque se el esfuerzo que hacéis para entrar en la cocina, y hay tragos que mejor es pasarlos con patatas chips y una cervecita.