Chuletas de aguja a la pimienta

Como siempre que de cerdo se trata, puede ser ibérico o blanco, la decisión será de nuestro bolsillo. Esta es una de las partes más sabrosas del animal, debido a la grasa entreverada que contiene. Podemos adquirir esta carne en un trozo para asar o en chuletas, ambas son tiernas y jugosas, sólo hay que prestar atención a los tiempos de cocción, hoy nos vamos a ocupar de las chuletas,  en otro momento pasaré un trozo asado y veréis que no tiene nada que envidiar al vacuno, en mi familia hay serias dudas en el momento de elegir.

Elaboración:

Lo primero que haremos será coger un buen puñado, o más, de pimientas surtidas en grano y machacarlas groseramente, lo podemos hacer en el mortero o con el molinillo del café, pero no pulverizarlas.

Extendemos las chuletas sobre una tabla y las ponemos sal, a continuación las espolvoreamos con pimienta a nuestro gusto y damos golpecitos con la mano para que la pimienta quede bien pegada. Las reservamos.

Ponemos al fuego una plancha y cuando esté bien caliente la pincelamos con un poco de aceite, colocamos encima la carne y la dejamos el tiempo suficiente para que esté a nuestro gusto, las colocamos en un plato con los pimientos asados y patatas fritas.

Sugerencias útiles:

Con el fin de que se mantengan calientes hasta el momento de llevarlas a la mesa, podemos dejarlas en el horno a 50ºC

Es un plato rápido y fácil para el verano, no tardaremos en hacerlo más del tiempo que nos lleve poner la mesa.

El acompañamiento puede ser de lo que más os guste, incluso un "gazpacho nacional" ligero,  como bebida,  le va que ni pintado. Y tendremos un alimento completo casi sin complicarnos la vida: proteínas, hidratos de carbono y vitaminas ¿hay quien dé más por tan poco.