Carrilleras de cerdo con salsa de frambuesas

Elaboración:

Limpiad las carrilleras de los posibles nervios o telitas que tengan.

Poned una cazuela al fuego con aceite y mantequilla a partes iguales, y antes de que las grasas humeen, echad las carrilleras salpimentadas y dejadlas que se doren ligeramente. 

A continuación partimos la cebolla en juliana muy fina y la ponemos en la cazuela junto con el palo de canela, dejamos que poche todo junto muy lentamente. 

Cuando la cebolla haya bajado un poco rociamos con el vino tinto, subimos un poco el fuego para que elimine el alcohol y a continuación vamos añadiendo el caldo caliente, poco a poco, para que no se interrumpa la cocción. Añadiremos caldo cada vez que veamos que se consume, siempre deben estar cubiertas. 

A continuación añadimos 2 cucharadas de mermelada de frambuesas y mezclamos bien con el resto de los ingredientes.

Las podemos dejar cocer en la misma cazuela a fuego muy lento o pasarlas a la olla a presión. Personalmente prefiero que cuezan lentamente en la cazuela y de paso, controlo cómo va reduciendo el caldo y formándose la salsa.

Cuando las carrilleras estén bien tiernas, antes de sacarlas las a una fuente de servir, probamos la salsa, que debe ser ligeramente dulce, si es necesario añadimos mas de alguno de los ingredientes y la pasamos por un pasapurés, debe quedar muy fina.

Como acompañamiento para este plato pueden ser una manzana cortada en gajos y frita en mantequilla, unos cuadrados de calabacín también pasado por mantequilla; y un poco más corriente, pero seguro que tiene muchos seguidores patatas fritas y champiñones salteados.

Las carrilleras deben quedar muy tiernas, tanto que casi no necesitaremos cuchillo para partirlas.

Sugerencias útiles:

Está dentro de lo posible que, el acidulce de las frambuesas, no nos guste, por lo que recomiendo añadirla al guiso poco a poco, hasta conseguir nuestro punto.

Mirad los ingredientes de la mermelada de frambuesas y, a ser posible que sea baja en azucar, o sin azucar, las hay porque yo las he comprado, pero no recuerdo la marca, si vuelvo a tropezarme con ella, palabriata del Niño Jesús que os la paso.