Caldeirada de raya 

Es un pescado blanco, muy fácil de comer al no tener espinas, para compensar tiene unos cartílagos que alguno nos comemos con auténtico deleite, pero a mi derecha, ya os digo yo,  que hay quien no. Desvelado este secreto, seguimos.

Es un pez que se prodiga poco, o muy poco, por los mercados del interior de la Península, aunque en mi caso tanto en Madrid, como ahora en Valladolid, lo veo de vez en cuando y aprovecho, y como dicen ahora,  lo pillo.                   

Admite cualquier guiso, cocido, frito, al horno, vamos como cualquier otro pescado, y de la misma manera necesita muy poca cocción. Lo mas difícil de la raya, sobre todo las primeras veces, es la cantidad a comprar, por aquello de que unos comen los cartílagos y otros no.

Ingredientes para 4 raciones:

  • 4 trozos de aletas.
  • 4 patatas medianas.
  • 1 cebolla dulce hermosa.
  • 1 poco de perejil, 2 ajos, 1 hoja de laurel.
  • 1 cucharada de pimentón, dulce o picante, al gusto.
  • 1 poco de unto, para los gallegos imprescindible, yo no lo uso en este caso.
  • 8 langostinos.
  • 12 almejas.
  • 2 cucharadas de vinagre
  • Aceite, pimienta de molinillo y sal.

Elaboración:

Ponemos una cazuela grande al fuego con abundante agua, unas ramitas de perejil, 1 hoja de laurel y sal, lo llevamos a ebullición.

Pelamos las patatas y las partimos en trozos (no cacheladas), las incorporamos a la olla.

Partimos la cebolla en trozos grandes y la incorporamos con las patatas. Dejamos que cueza todo junto unos 20 minutos, momento en el que las patatas ya estarán tiernas.

Es el momento de añadir los trozos de raya, los langostinos y las almejas, cuando empiece de nuevo la cocción, contamos 7/8 minutos y apagamos el fuego, tapamos la cazuela y dejamos que acabe de hacerse con el calor residual. 

Vamos a preparar un majado.

Ponemos una sartén al fuego añadimos el unto y lo vamos calentando poco a poco, a continuación un poco de aceite y cuando humee, lo retiramos del fuego e incorporamos los ajos aplastados, dejamos que se frían, sin llegar a quemarse, fuera del fuego añadimos el pimentón dejamos que se fría e incorporamos un poco del caldo de la raya y el vinagre. Pasados unos momentos echamos este majado a la cazuela de la raya, con dos minutos será suficiente para que se mezclen los sabores, recordad a fuego medio, no queremos que se rompan las patatas. 

Lo colocamos todo en una fuente, y aunque parece un plato seco no lo es, lo rociamos con el caldo y el  que sobre se saca a la mesa, siempre hay alguno que repite, recordad que hemos cocido el pescado y los mariscos, si nadie se lo toma reservadlo para una sopa o un guiso de pescado (no olvidéis colarlo).

Ya lo tenemos listo para sacar a la mesa.

Sugerencias útiles:

A mí no me gustan las patatas deshechas, y como últimamente son bastante malurrias, nunca sabemos que va a pasar, por eso, en el momento que las patatas están cocidas, las saco a una fuente y las reservo, luego llegará el momento de mezclarlas con el sofrito. Las cebollas las dejo porque nosotros no las comemos.

Para este plato, tanto las patatas como la cebolla se suelen partir en trozos grandes, una patata en cuanto o seis trozos y la cebolla lo mismo, yo hago rodajas muy gruesas.

Tampoco suele llevar langostinos o almejas, pero este fue un caprichito de mi Chico y claro, para dos que somos.