Arroz con chocolate a la taza

Por fin me estoy decidiendo con los postres, pues según los expertos: "no hay una buena comida sin un buen postre" Y pase porque nuestras comidas sean sencillas y caseras, pero buenas también.

Elaboración:

El chocolate que he usado para esta elaboración es chocolate a la taza

En un cazo al fuego, echamos el agua suficiente para cocer el arroz, con una pizca de sal y 1 cucharada de  mantequilla, cuando rompa a hervir echamos el arroz y removemos hasta que vuelva a coger el punto de ebullición, lo dejamos cocer por espacio de 10 minutos, lo retiramos del fuego y lo escurrimos hasta dejarlo completamente seco, como si fuera arroz blanco. 

Ponemos a hervir la leche con una cáscara de limón y la rama de canela, cuando esté caliente echamos el arroz y removemos constantemente para que no se pegue (para esto es ideal un cazo antiadherente). Procuraremos que el calor no sea demasiado fuerte, pero sí constante.

A continuación incorporamos el azucar y el chocolate en trozos, lo dejamos cocer por especio de unos 20 o 25 minutos, hemos de tener en cuenta que el arroz cocido en leche tarda un poco más en hacerse que en agua, y por tanto consume más líquido, si es necesario le añadimos un poco más de leche.

Una vez cocido lo distribuimos en los recipientes donde lo vayamos a servir, rallamos la cáscara de limón y lo adornamos con unas hojitas de menta o con lo que se os ocurra.

Si no lo váis a consumir de inmediato, es conveniente taparlo con papel film para que no se haga nata en la superficie.

Sugerencias útiles:

El porcentaje de cacao en el chocolate es a vuestro gusto, depende de que os guste más o menos amargo.

El chocolate lo podéis echar como os indico (en trozos y directamente) o lo podéis diluir al baño María, como os dé más seguridad, para veces sucesivas ya tendréis vuestra propia  experiencia.

Pensad que el arroz una vez cocido va seguir chupando líquido, tened esto en cuenta para que no se os quede demasiado seco si no lo consumís en el día.

Hasta aquí llega mi sabiduría, que en esto de los dulces, cada vez que hago uno parece que subo el Himalaya.