Arroz caldoso de aprovechamiento
El aprovechamiento, que palabra tan traída y llevada en los últimos tiempo, y es que desde que se ha popularizado el todo sirve, quien más quien menos, procuramos dar una segunda y a veces hasta una tercera oportunidad a los restos de nuestra comidas. Y al llegar aquí, siempre procuro aclarar que, al menos en mi casa, los restos aprovechables son, solo y exclusivamente, los que quedan en la fuente de servir, que no ha tocado nadie a veces con salsa incluida, por lo que también aclaro que en las fuentes que llegan a la mesa, están terminantemente prohibidos los barcos.
Bueno el caso es que este arroz se hizo a partir de una ración de paella que sobró, con sus tropezones incluidos, a los que añadí unos taquitos de jamón y caldo de pescado.
Ingredientes para 4 personas:
- Los restos del arroz.
- Taquitos de jamón, de los que utilizamos para quisar.
- El caldo que admitia.
- Unas gotas de AOVE, para rehogar el jamón.
Elaboración: Sugerencias útiles
Ponemos en un cazo un fondo de aceite y rehogamos ligeramente el jamón. Dejamos que atempere un poco y añadimos el caldo de pescado, si no tenéis de pescado puede ser de pollo, y si no tenéis nada de nada, una pastillita de avecrem, controlando, que los restos de arroz ya llevan sal, no vaya a ser que nos pasemos.
Procuraremos que el caldo esté bien caliente en el momento de echarlo al arroz, para que este no tenga que cocer de nuevo.
El arroz que estará descongelado, lo ponemos en una sartén, cazuela o donde queráis, dependiendo de la cantidad de caldo y una vez bien separados todos los ingredientes, echamos sobre el mismo la cantidad de caldo que nos guste, el caldo hirviendo, damos una vueltas a todos los ingredientes y servimos.
Sugerencias útiles:
Si habéis congelado los restos de arroz, es imprescindible, para que este nuevo plato de arroz caldoso nos salga perfecto, descongelarlo con tiempo y con ayuda de un tenedor o una cuchara dejarlo lo más sueltecito posible. Nada de microondas, ni horno, ni nada por el estilo.
Si no os gusta el jamón podéis añadir un huevo cocido, en trocitos. Si la paella origen de este plato era de pescado o mariscos, podéis añadir algo más en consonancia con los mismos, incluso si los tropezones que quedaron son abundantes no se añade nada y acabamos antes.
Y por fin, vosotros sabréis si teneis que hacer un segundo o no, todo en función de los comensales y los restos utilizados.