Acelgas con puré de patatas 

Un plato humilde que vamos a transformar, sólo con el lenguaje, en otro más glamuroso. Mi título se queda como está, porque así fue como lo pensé y quiero que todo el mundo sepa lo que va a comer, si lo llamamos "parmentiere de patatas", la cosa queda mucho más elegante.

Así que unas humildes acelgas, y unas más humildes patatas, nos van a dar ante nuestros invitados un cierto saber hacer.

Elaboración:

Cocemos las acelgas en agua con sal,  como tengamos por costumbre, sin las pencas,  pero no las tiréis, ya sabemos que tienen múltiples aplicaciones. Una vez cocidas las ponemos en un colador y dejamos que escurran.

Mezclamos, dependiendo de la cantidad de las patatas, medio litro de leche y la misma cantidad de agua, 1 cucharada de mantequilla y dos o tres clavos de especia, un poco de sal. Cuando empiece a hervir incorporamos las patatas y la cebolla partidas en trocitos pequeños, o mas bien en trocitos finos.

Las patatas tardarán más de lo habitual en cocerse, ya que la leche es más densa que el agua y evita una cocción más rápida,  no perdáis la paciencia que se cuecen, seguro. Una vez cocidas las escurrimos y con ayuda de un machaca patas, un tenedor o un pasapurés, las trituramos, es mejor así que utilizar la batidora que nos las dejaría un tanto gomosas.

Partimos los ajos en láminas, ponemos al fuego una sartén con un fondo de aceite y doramos los ajos ¡qué no se quemen! los reservamos.

En el mismo aceite de los ajos rehogamos las acelgas bien escurridas y  a continuación retiramos de las mismas el exceso de aceite. 

Extendemos el puré de patatas en la fuente de servir, encima las acelgas y adornando los ajos. Queda de vuestra cuenta añadir, o no, una loncha de jamón por comensal. Yo tenía unos trozos de pechuga y se los añadí después de pasarlos por la sartén, pero esto es opcional, lo importante son las acelgas.

Sugerencias útiles:

Podéis cocer las patatas con agua y sal, pero no será lo mismo.

Procurad llevarlo a la mesa calentito.